Aprender haciendo

“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí”

Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino

Y es que la idea de la importancia de ceder el papel activo en el aprendizaje al alumno no es nueva, pero sí que afortunadamente recobra nueva importancia con las últimas metodologías referentes a la adquisición de idiomas.

En The British School Aljarafe, en los diferentes cursos de preparación de exámenes y enseñanza de la lengua inglesa, tenemos presente la importancia del aprendizaje activo.

El aprendizaje activo es un aprendizaje que el alumno realiza de manera consciente, solícita y se cimenta en la experiencia. Con el aprendizaje activo los alumnos adquieren más autonomía y son ellos los protagonistas, asumiendo una mayor responsabilidad en su propia educación.

Cody Blair propuso una baremación en pirámide en la que trataba de discernir cómo aprenden los alumnos de manera efectiva.

Pirámide del aprendizaje

En el gráfico, se representa qué porcentaje de retención tienen los alumnos al cabo de 24 horas.

Así, podemos observar de una manera sencilla que las clases expositivas o magistrales solo producen un 5 % de retención; si se lee, un 10 %; si se utilizan audiovisuales, hasta un 20 %; y se llega hasta un 75 % de retención si se plantean experiencias, proyectos, o problemas prácticos que suponen un aprendizaje integrador de distintas inteligencias y, por lo tanto, activo.

Si, además, las aulas se convierten en oportunidades de aprendizaje-enseñanza entre iguales, es decir, se da la oportunidad de que los propios alumnos sean capaces de enseñar a sus compañeros, conseguiremos llegar al 90 % de retención.

De las «sencillas» conclusiones de este estudio se extrae, al menos, otra muy evidente: es fundamental aprender haciendo. El alumno requiere un aprendizaje activo y encontrar una aplicación práctica a los conocimientos. Además, enseñar a otros no solo los ayudará a retener ideas, sino que los motivará a profundizar en ellas.

De este modo, un aprendizaje práctico, variado y dinámico supone un sistema mucho más eficaz que una mera metodología expositiva en el que el alumno tiene un papel pasivo.

¿Qué actividades tienen cabida en la base de la pirámide? Actividades que impliquen, asunción de roles y simular experiencias reales, conversaciones y debates.

Y por último, la forma más efectiva de aprendizaje es enseñar a otros, pues para ello el alumno debe de dominar lo que explica y enfocarlo de todos los modos posibles, pensando ejemplos para que el receptor le entienda lo mejor posible.

Por otra parte, es una satisfacción para los alumnos ver que los demás le escuchan y aprenden con él, lo que le motivará e implicará más en su estudio. Esto beneficia tanto al alumno que enseña como al que es enseñado, ya que al tener el mismo lenguaje de iguales, permite entender mejor el tema tratado y aprenden a trabajar cooperativamente.

Actividades que nos permiten trabajar esta faceta por ejemplo son las que requieren hacer exposiciones sobre un tema o actividades que impliquen el método de aula invertida, un sistema que propone que los alumnos estudien y preparen las lecciones fuera de clase, accediendo en casa a los contenidos de las asignaturas para que, posteriormente, sea en el aula donde hagan los deberes, interactúen y realicen actividades más participativas.

Fuentes:

PBL, aprendizaje basado en problemas. Juan José de la Torre
Metodologías activas en el aula o la intersección de la Taxonomía de Bloom y la Pirámide de Aprendizaje. Ingrid Mosquera Gende
https://www.unir.net/educacion/revista/metodologias-activas-en-el-aula-o-la-interseccion-de-la-taxonomia-de-bloom-y-la-piramide-de-aprendizaje/
Pirámide aprendizaje. Ángela Prieto Gil
http://webs.ucm.es/BUCM/revcul/e-learning-innova/27/art1263.pdf

TEACHER MIGUEL ÁNGEL